Por William Aish
Por William Aish
Creo que Marilyn no ha dudado nunca de que cumplía con el primer requisito, por el gran archivo de historias que todos llevamos dentro, avalado en ella por su condición de asidua y apasionada lectora desde muy pequeña.
Lo que me ha sorprendido en Marilyn es su confesión de que nunca había escrito nada que tuviera que ver con la literatura. Pero sé que todos llevamos talentos ocultos que solo esperan la oportunidad de emerger a la conciencia despierta, razón por la cual varios autores que abordan el tema del proceso creativo aconsejan que usemos siempre la frase «Aún no he desarrollado ese don», cuando nos asalte la tentación de afirmar que no damos para tal o cual trabajo o actividad.
La obra que hoy presentamos a su consideración es una expresión tangible de ese talento que Marilyn no había descubierto. Nació como la ejecución de una tarea de carácter libre asignada al final de un curso de actualización ortográfica, y así se reveló la capacidad narrativa de esta autora.
Durante el desarrollo del trabajo para la edición de Don Sin Cola y otros cuentos fui confirmando aquello de que en todo proceso la mitad del placer está en el camino, porque este libro es fruto de la sinergia producida por un equipo que aunó buenas voluntades para lograr un producto atractivo.
Por un lado, el trabajo se facilitó por el entusiasmo y la facilidad en el trato de su autora, por otro, la intervención de la artista Paloma Velázquez, quien con tanto gozo y dedicación ilustró el libro, y por la generosidad de Eric Simó, quien aportó sus sabias sugerencias para enriquecer la obra. A todo ello se sumó el entusiasmo de don Vitelio, quien para agasajar a su amada esposa con este libro, precisamente el día de su cumpleaños cubrió generosamente todo el costo de la publicación.
Marilyn Armenteros ──que ingresa gozosa al mágico universo de la literatura infantil y juvenil── nos sorprende con una prosa ágil, fresca y amena para disfrute no solo de quienes atraviesan por los estadios a quienes van dirigidos sus cuentos, sino también de los que ya estamos enfundados en un cuerpo adulto pero conservamos la mirada y la atención en esa tierna criatura interna que nos acompañará de por vida.
En este libro los personajes y roles están bien definidos y la narración cumple con el propósito de mantener la atención del lector en todo su trayecto y presentar un final interesante en cada uno de los cuentos: una duda, en Don Sin Cola, para que el lector la disipe, porque las protagonistas aún se preguntan si resultaron vencedoras o vencidas; una solución saludable frente a la incomprensión de los demás, sin necesidad de juzgarlos, en ¿Cuentos de niños o cosas de adultos?, y una atinada lección en el cuento Paseo al zoológico, que recuerda que no todos los animales peligrosos son grandes ni están enjaulados.
Especial ternura despierta el final de Mi primera mascota, y particularmente, el de El carro de la Barbie, en que la protagonista descubre ──por intuición femenina innata── la vía más expedita para llegar al corazón de un padre derretido y lograr su objetivo de recibir los dos regalos de cumpleaños a que aspiraba, en vez de uno, como pretendía su progenitor.
¡Enhorabuena, Marilyn! Te damos la bienvenida y te exhortamos a seguir trabajando y disfrutando de esta experiencia sin par.
Brunilda Contreras
Escritora de literatura infantil y juvenil
Este libro de greguerías para niños, escrito por la laureada autora y educadora dominicana Brunilda Contreras, nos abre las puertas a ese maravilloso juego con las palabras. Ella no solo observa el mundo, sino que lo escucha, lo siente y lo reinventa, desde su herencia de sabiduría popular (la sapiencia que los campesinos transmiten con naturalidad) hasta sus vastos conocimientos en la neurolingüística, aunados a su fértil vocación de maestra. Con un lenguaje repleto de chispa y creatividad, sus greguerías hacen sonreír, pero también llaman a pensar. Cada frase es una ventana que nos descubre la magia que se esconde en la cotidianidad.
Las greguerías de Brunilda son tesoros lúdicos que despiertan la curiosidad de los niños: encuentran en ellas una forma de entender y disfrutar el idioma. ¿Qué niño no sonreiría al descubrir que «las mariquitas no comen sandías porque creen que son su bisabuela»? ¿O que «el piano es muy simpático porque siempre tiene los dientes al aire»? Estas imágenes juguetonas no solo provocan hilaridad, sino que también fomentan la reflexión y el desarrollo de la capacidad de observación y de asombro.
En el lápiz de Brunilda, las cosas más simples cobran vida propia. El murciélago en vuelo se convierte en «una sombrilla partida por la mitad», el pavo real en un «abanico de orgullo», y la copa del árbol en «el cielo de las aves». Ella tiene la habilidad de capturar la esencia poética de los objetos y situaciones, presentando ideas que resuenan con una verdad divertida y, tantas veces, profunda. Así, «la jirafa casi no duerme porque teme soñar con un cuello más largo», mientras que «el gallo vive en la cresta del machismo». Estos malabares de palabras no despiertan solamente la risa: también la mirada contemplativa en los pequeños lectores.
Adicionalmente, en este juego de vocablos, los niños aprenden a valorar la importancia del lenguaje. Las greguerías, con su cercanía a la poesía, nos muestran que las palabras no solo tienen significado: además poseen una forma, una música y un ritmo que podemos explorar. Cada greguería es una chispa de creatividad que enciende la fantasía y enseña a admirar el mundo con ojos curiosos.
La autora, con su estilo único —y su doble amor por los niños y por las palabras— nos regala en este libro una herramienta maravillosa para el desarrollo de la creatividad. Al jugar con el lenguaje, los niños se divierten en grande, a la vez que desarrollan habilidades importantes para la vida: la capacidad de ver el mundo desde diferentes perspectivas, el placer por descubrir lo inusual en lo cotidiano, y el arte de expresarse de manera novedosa.
Definitivamente, nuestra Brunilda Contreras ha alzado su voz entre las estrellas de la literatura infantil. Se ha dejado arropar por el aura luminosa de Gianni Rodari, el ingenio poético de María Elena Walsh y la ternura narrativa de Jairo Aníbal Niño. Con sus palabras, se une al firmamento de los grandes creadores, tejiendo con cada greguería un nuevo brillo en el cielo de la imaginación, con dedicación amorosa e invaluable.
Además, este libro se convierte en un atesorado álbum ilustrado gracias al extraordinario talento de Verouschka Freixas, artista plástica, profesora de arte e «ilustradora que escribe», como ella se autonombra. Con los colores y trazos de Verouschka, este libro álbum se convierte en un mundo habitado por palabras y dibujos que dialogan en un lenguaje de sugerencias y misterios. Aquí, las ilustraciones no sólo decoran el texto: dicen lo que las palabras callan, abren caminos que los lectores recorren en silencio, en busca de algo más allá de lo que ven. Cada imagen lleva al observador a preguntarse qué sucedió antes y qué podría ocurrir después, invitándolo a un juego donde el pincel y la palabra hacen malabares. Por eso celebro este binomio de Brunilda y Verouschka: juntas son una explosión de colores y sonidos que garantizan que los niños sonrían, se rían, sueñen, amen y disfruten la lectura.
En resumen, este libro no es solo un conjunto de frases ingeniosas: es un puente hacia la poesía, la reflexión y la diversión. Es una invitación a que los niños, junto a sus familias, disfruten del asombro de las palabras. Así que, ¡abramos sus páginas y dejémonos sorprender por el encanto de palabrista, tan propia de Brunilda Contreras, y su maravilloso mundo de las greguerías!
Llegó el momento de poner punto final a este prólogo, porque «el punto es el freno de la oración».
Yuan Fuei Liao
Autor de literatura infantil y juvenil, docente y papá
Este galardón, ideado y promovido en su gestación por quien hoy es director de la Biblioteca Nacional, don Rafael Peralta Romero, y acogido e instituido por el señor presidente de la República Dominicana, tiene como finalidad reconocer el talento y la dedicación de quienes emplean sus vidas y mejores esfuerzos en producir obras de elevación espiritual en beneficio de las permanentes nuevas generaciones de la sociedad dominicana, que es como decir trabajar en provecho del más importante sector de la vida nacional: en él se sustenta nuestro porvenir como Nación, como grupo humano, como colectividad.
Tres notables escritores de literatura infantil y juvenil han recibido precedentemente este galardón: Lucía Amelia Cabral, Margarita Luciano y Miguel Phipps Cueto. Con el prestigio de estas figuras se cimenta esta premiación como institución, y se continúa y expande con la autoridad y la personalidad de quien esta noche la recibe.
Brunilda Contreras, oriunda de Santa Ana, Salcedo, provincia Hermanas Mirabal, ha sabido dejar indeleble impronta en las letras nacionales. Cultora a un tiempo de diversos géneros literarios, sabe plasmar en ellos trabajos de calidad y significación. Su bibliografía recorre el cuento, la novela, el ensayo, y (más específicamente dentro de la demarcación infantil y juvenil) géneros y expresiones formales que entroncan con el ludismo y la tradición: la adivinanza, el colmo y la retahíla. En estas últimas tres facetas, Brunilda Contreras destaca de manera singular entre los cultores de literatura de raigambre popular, por el gracejo y el donaire al que aspiraba don Manuel Rueda, como puede verse en el volumen compilatorio Adivinanzas dominicanas, de 1970, pero, en ella, con el aporte original de su propia industria, proclive al desvelamiento y a la gozosa fascinación.
Hay un trabajo de singular importancia nacional en el haber y el hacer literario de Brunilda Contreras. Es su Ensayo de cultura netamente campesina, que en la República tal vez no tenga parangón. En él se conservan cuadros, instantáneas, piezas de museo de lo que fuera la vida rural en la República Dominicana durante buena parte del siglo XX, con los que podrá reconstruir la nación en el presente y en el futuro su acervo cultural, su identidad, su desarrollo evolutivo y la psicología y la idiosincrasia del ser nacional a partir de sus usanzas y tradiciones, y en particular de su habla. Otro aporte de la galardonada, en el género ensayístico, es su Curso de creatividad literaria, donde modela y expone de manera desenvuelta y acuciosa los criterios artísticos y estilísticos que le han permitido forjar su arte, y que le facilitarían forjar el suyo al lector-escritor eventual, con especial atención a las modalidades infantil y juvenil del arte y la literatura.
Brunilda Contreras es un espíritu puro, rebosante de idealismo. El material de su literatura para niños y jóvenes tiende a lo modélico, insuflando a su pequeño lector los valores que lo encaminen por las sendas del bien y de la verdad. Sus obras, revestidas de juego e imaginación, no se apartan del cuidado de la forma ni de la pulcritud expresiva. Conocida es su acendrada preocupación por el cultivo de la lengua, a sabiendas de que la obra de arte necesita de ese apuntamiento a las lindes de la perfección.
Un autor de literatura infantojuvenil es un miembro de la familia en cada hogar esmerado; y el nuestro no resulta la excepción. Nuestros hijos Álvaro y Alexander crecieron Por la ruta de los soles, volumen de cuentos de encantos y hechura memorables; al son de Chiví: cien adivinanzas nuevas -más que un libro para niños, un reto familiar-, y al derroche ocurrente de las retahílas de la vaca de la tía Bruni. Ya crecidos nuestros niños, sus libros los conservamos con esmero por la belleza de su arte y por la alegría que nos produce la recordación: libros que aún conservan las grafías de los pequeños en su etapa temprana de formación lectoescritural. Igual sentimiento intuyo en cada hogar dominicano o extranjero al que hayan llegados sus textos delicados.
La distinguida escritora Leibi Ng ha identificado una cualidad de orden supraliterario en la producción de Contreras al leer los cuentos “La jaibita Eva y el Julián Chiví” y “De regreso al jardín”, ambos contenidos en el volumen que tuvo a bien prologar. Ha dicho Leibi: “Hay un mensaje claro de que la vida tiene sentido y el reto es identificarlo”. Los textos de nuestra escritora, expresados con lenguaje sencillo pero elegante, esperan en el fondo sostener al lector con sus brazos espirituales en ese tránsito inexorable por los avatares y las alegrías de ese dédalo que llamamos “mundo”.
Nuestra autora es maestra, egresada de la Escuela Normal Juan Vicente Moscoso; periodista egresada con sumos honores de la Universidad de la Tercera Edad; cursó una maestría en promoción de la literatura infantil y la lectura en la Universidad Castilla-La Mancha, España, e igualmente estudió en Venezuela programación neurolingüística. Aquí y ahora apreciamos su capacidad creativa, el esplendor de sus obras, la delicadeza de su acento y sus dotes lingüísticas y literarias. Con su talento ha creado un universo de ensoñación para la infancia, para la juventud, y para aquellos que aún en la adultez no pueden permitirse abandonar definitivamente esos estadios. Lo agradecemos, lo reconocemos, lo festejamos, la aplaudimos y presentamos ante esta excepcional escritora nuestra… las más emotivas y felices congratulaciones.
LEOPOLDO MINAYA
28/5/2024
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| Brunilda Contreras Premio Biblioteca Nacional de Literatura Infantil 2024 |
Mis cuentacuentos fueron el abuelo Alfonso y su hermana Meicé. y fue ese abuelo amado quien predijo que yo sería escritora, porque una mañana, mirándome con una ternura que pretendía solapar con un manto de reproche simulado, me dijo que, por ser tan presumida, un día llegaría a alimentarme solo con plumitas, aire y pétalos de rosas.
¡Qué sabio era mi abuelo!, porque del universo de los símbolos él eligió, sin sospecharlo, los dos que constituyen la fuente creadora de todo ser humano: el pensamiento que diseña y el sentimiento que sustenta. el primero representado por el aire y las plumitas, y el segundo, por los pétalos de rosas, como esencia del amor.
Con respecto a la lectura, conservo dos imágenes que me marcaron: la de mi padre frente al periódico, que compraba cada vez que iba a la ciudad y lo leía con tanto interés, que parecía que estudiaba su contenido y la de mi madre que, por las noches, después de una dura jornada, bajo la luz tenue de una jumiadora, leía en voz alta novelas de Corín Tellado... Por ellos aprendí que se puede derivar un gran placer de la lectura.
En ausencia de obras impresas, la madre naturaleza me abrió su libro mágico permitiéndome el acceso a muchos de sus arcanos cuyo contenido han nutrido mi vida y la literatura que produzco, porque desde muy niña entré en complicidad amorosa con los cuatro elementos y los seres que los pueblan.
Como la naturaleza revela sus secretos a quienes la aman, muchas mañanas tuve la dicha de presenciar las clinejas que los duendes habían tejido por las noches en las crines de las yeguas, aun cuando ellas estaban en una caballeriza cerrada con candado.
En tiempos de tormenta, contemplaba a mi abuela que, amparada en la convicción con que la investía su fe inquebrantable, ordenaba al viento que amainara su furia… y el viento siempre obedecía, y aprendí que el canto de las chorreras de los ríos es producido por unos seres amorosos que purifican las aguas, pero lloran cuando les echan desperdicios.
Esos amigos invisibles para los ojos físicos me han acompañado siempre. y están aquí como mis invitados especiales… pero no se preocupen… ustedes no serán víctimas de las travesuras que, con sobrada razón, se les atribuyen a algunos de ellos… porque, aparte de que están muy agradecidos por el privilegio de asistir a este acto maravilloso, son vigilados por devas de evolución superior, a quienes deben obediencia por ley de jerarquía espiritual.
Yo amo la literatura infantil y juvenil, porque estoy convencida de que, a través de la fantasía, como reguladora de la vida mental y emocional del ser humano, alivia en los niños las tensiones propias de su edad, ignoradas con mucha frecuencia por los progenitores… y de adultos, nos auxilia en la sanación de las heridas que por experiencias dolorosas o por errónea interpretación de los hechos, alojamos durante nuestra niñez en ese inmenso mundo soterrado que es el subconsciente.
Desde que tuve uso de razón, he caminado con los ojos de la conciencia muy abiertos. y por eso, concibo cada día como un paso que me encamina hacia la puerta de salida ante la cual mi alma peregrina decida despojarse de las vestiduras que ha usado en esta experiencia terrenal. y cuando llegue esa hora, sé que me iré muy agradecida por las lecciones asimiladas en el amplio salón de clases que es nuestro planeta, y por todo el amor que he recibido de las almas que han transitado conmigo este tramo de la existencia humana que llamamos vida.
Brunilda Contreras
La escritora fue seleccionada para el Premio Biblioteca Nacional de Literatura Infantil 2024
SANTO DOMINGO.- El jurado del Premio Biblioteca Nacional de Literatura Infantil correspondiente al 2024 seleccionó para este galardón a la escritora Brunilda Contreras, entre otras razones, porque su obra, que incluye cuento, novela y adivinanzas, conecta con la esencia y tradiciones del pueblo dominicano.
El anuncio lo hizo el director de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU), el escritor y académico Rafael Peralta Romero, durante una rueda de prensa celebrada en la sala Carmen Natalia Martínez Bonilla de la institución. Estuvo acompañado por Manuel García Arévalo y Lucía Amelia Cabral.
“Se otorga el Premio Biblioteca Nacional de Literatura Infantil a Brunilda Contreras porque muestra una trayectoria creativa que enaltece la literatura para niños, la cual incluye los géneros cuento y novela y la composición de adivinanzas, caso verdaderamente singular entre autores de este tiempo. La obra de Brunilda Contreras conecta claramente con la esencia del pueblo dominicano”, indica la motivación del jurado para la escogencia de Contreras.
Además, el jurado tomó en cuenta “la fluidez y la ritmicidad de su prosa para niños, y por el potencial imaginativo que manifiesta, desde un uso simple de la lengua, sin descuidar su valor estético”.
Asimismo, que “En las obras de Contreras se aprecia una búsqueda constante del rescate de nuestras tradiciones. Sus adivinanzas y retahílas introducen a nuestros niños y jóvenes a un maravilloso mundo, donde nuestras costumbres son exaltadas de forma original y espontánea. Sus cuentos están llenos de imaginación y autenticidad”.
La obra de Brunilda Contreras conecta claramente con la esencia del pueblo dominicano”, indica la motivación del jurado para la escogencia de Contreras.
El jurado que escogió a Contreras estuvo conformado por Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua; Manuel García Arévalo, presidente del Voluntariado Biblioteca Nacional, y Julio Cuevas, profesor de Literatura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Además, Alicia Baroni, directora de la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana; Miguel Phipps Cueto, Premio Biblioteca Nacional de Literatura Infantil 2023, y Rafael Peralta Romero, director de la BNPHU.
El Premio Biblioteca Nacional Literatura Infantil fue instituido por el presidente Luis Abinader, mediante el decreto 177-22, para reconocer la obra de por vida de un escritor dedicado a la literatura para niños y jóvenes.
El galardón, dotado de un millón de pesos, ha sido entregado a los escritores Lucía Amelia Cabral, Margarita Luciano López y Miguel Phipps Cueto. La ceremonia formal de entrega del PREMIO BIBLIOTECA NACIONAL DE LITERATURA INFANTIL 2024 SERÁ EL VIERNES 28 DE JUNIO.
Brunilda Contreras
Brunilda Contreras nació en Salcedo y estudió Comunicación Social en la Universidad de la Tercera Edad y tiene una maestría en promoción de la lectura y literatura Infantil, en la Universidad de Castilla, España.
Entre sus obras publicadas figuran “Ensayo sobre cultura netamente campesina” (cuatro ediciones); “Tras la olla de oro” (cuentos), “Por la ruta de los soles” (cuentos), “Chiví – 100 adivinanzas nuevas” (dos ediciones) y “Mi vaca de retahílas” (cinco ediciones).
Además, “El Ramageo – Dienteleche”, edición conjunta con autores cubanos; “¿Y qué nombre le pondremos? (adivinanzas, tres ediciones), “El mal del juicio” (novela), “Esperanza” (novela), “La madre de los tomates” (libro de colmos), y “Tengo falta de ti” (cuento).
Entre sus obras publicadas figuran “Ensayo sobre cultura netamente campesina” (cuatro ediciones); “Tras la olla de oro” (cuentos), “Por la ruta de los soles” (cuentos), “Chiví – 100 adivinanzas nuevas” (dos ediciones) y “Mi vaca de retahílas” (cinco ediciones).
Contreras ha recibido diversos premios y reconocimientos, entre ellos el Premio Misael Valentino al libro Mi vaca de retahílas, por parte La Casa de la Obra Pía del Museo de La Habana, Cuba.
Además, Premio Anual de Literatura Infanto-Juvenil Aurora Tavárez Belliard, en el año 2010, por la novela “Esperanza”, otorgado por el Ministerio de Cultura.
Y su libro “¿Y qué nombre le pondremos?” fue reconocido como “El mejor libro infantil del año 2002” por el periódico Listín Diario.
por DiarioDigitalRD abril 23, 2024
Por William Aish EL NUEVO DIARIO, SAN FRANCISCO.- Los Gigantes del Cibao reconocieron a la destacada escritora Brunilda Contreras Núñez...